Desde la Punta del Iceberg...
Desde la punta del iceberg, sentado en mitad de un océano infinito, me siento en paz. Contemplo el agua en calma y me doy cuenta de que todo cuanto puedo ver, tocar y sentir no es más que una milésima parte de Todo...
Miro hacia las profundidades y el iceberg parece no tener fin. Miro hacia las estrellas y ellas me hablan de lo inmensurable. Interrogo al Tiempo y él me responde Eternidad...
¿Quién si no el Alma puede encontrar la paz, buscar en las profundidades, mirar hacia las estrellas y escuchar el susurro del No-Tiempo? ¿Quién se sienta sobre la cúspide de la realidad tratando de abrirse paso en la conciencia? ¿Quién podría mirar al infinito desde lo finito y limitado?
El Alma no es ni será jamás un hallazgo de la ciencia, ni tampoco un patrimonio de las religiones...
Cuando tu Alma hable de lo imposible, escucha, siente, percibe, pero no trates de comprender... El lenguaje del Alma no pertenece a este mundo, aunque lo ilumina a través de ti; no trates de convencer al mundo de aquello que tu Alma te cuente sobre ti y sobre tu destino... El amor avanza por sí mismo, sin egoísmo, sin luchas, sin imposiciones, como el agua que fluye.
Cuando las circunstancias parezcan dominar tu voluntad, haz un alto en el camino, busca ese lugar en el que estar a solas contigo y deja que Ella te hable a través de la intuición, de los sentimientos que cuentan tu historia, tu verdadera historia. Confía en Ella y toma las riendas de tu vida, consciente de ser una gota en un infinito océano, una gota sin la cual el océano no se sentiría jamás completo.
Desde la punta del iceberg, todo resulta más real... Sí: algo maravilloso aguarda ser descubierto.
Miguel Ángel Antúnez
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